Cava Quintanilla y su aventura potosina

Cava Quintanilla es pionera en el movimiento enológico de San Luis Potosí con una gama de propuestas para gustos y momentos diversos

WENDY PÉREZ

Las tradicionales enchiladas potosinas con un 100 por ciento Gewürztraminer; un taco de marlin con un vino rosado de Grenache y Syrah o un lechón con salsita agridulce y un Syrah con 12 meses de barrica son ideas de maridaje con las etiquetas que salen de Cava Quintanilla, en San Luis Potosí.

Esta bodega, entrañada en el municipio de Moctezuma, es vivo ejemplo (con sus líneas) de lo adaptable que es la cocina nacional cuando se trata de hermanarla con las uvas que crecen en este estado.

Cava Quintanilla se ubica a mil 600 metros, altura que es muy favorable para temas de radiación, que siempre ayuda a los cultivos agrícolas. En el caso de los vinos facilita tener una excelente síntesis polifenólica en las uvas tintas, aparte, en este sector del altiplano potosino existe una buena disponibilidad y calidad de agua, condiciones muy favorables para el cultivo de la vid.

ASÍ COMENZÓ

En 2011 fue la primera plantación de vides, un sueño complementario de Carlos Quintanilla, hombre con 50 años de experiencia en la producción agrícola, principalmente de jitomate. Este conocimiento en agronomía le ayudó a que durante sus viajes a Europa explorara viñedos y sacara conclusiones para ver cuáles eran las ‘condiciones ideales’ para concretar Cava Quintanilla en San Luis Potosí. En su momento se escuchaba como una idea un poco aventurera ya que no hubo mucha gente que estuviera de acuerdo con él por la escasez de registros y antecedentes de plantación de uva en la zona, pero decidió ser el primero, al menos en esta región. Empezó como un sueño de 20 hectáreas y ahora son 102.


Hoy crecen 14 variedades en los viñedos. Algunas están en plena etapa de desarrollo y producción; pero entre las blancas destacan Chardonnay, Sauvignon Blanc y Gewürztraminer, y en tintas las clásicas: Merlot, Cabernet Sauvignon, Tempranillo, Syrah, Malbec, Cabernet Franc y un pequeño ensayo de Pinot Noir que usan como base de espumoso. Además, tienen Nebbiolo italiano que aprovechan exclusivamente para la línea Reserva y el Laberinto Nebbiolo, gama comercial que busca expresar las variedades en su máxima genética posible.


Un caso aparte es Nicole, una línea un poco más aventurera con un rosado y un espumoso brut que van perfectos en esta temporada con los tradicionales chiles en nogada; recomendamos siempre servidos entre los 6° a 8° grados centígrados.


Cava Quintanilla es parte del portafolio de Vinos Boutique (VB), pregunta por ellos aquí.